Cortar y dividir la herbáceas perennes:
Quitaremos regularmente los tallos marchitos con un corte no demasiado bajo, para permitir una floración suplementaria. Dividiremos las perennes y las replantaremos manteniendo el terreno bien húmedo, dentro del mes.
Descargar y abonar los geranios:
Se favorecerá la resistencia del soporte de las plantas, ya bien aprovechadas, eliminando los tallos débiles, quitando las flores tan pronto como den señales de marchitamiento y fertilizando con un producto especial, no estimulante, pero rico en fósforo y potasio.
Cortar airear y plantar el césped:
Los síntomas de la disminución de la actividad vegetativa son evidentes en el césped que ya no requiere riegos frecuentes; sin embargo continuaremos aplicando el abono junto con los riegos. Cortaremos el césped cuando lo necesite pero un par de centímetros mas alto que el corte anterior.
A menudo la humedad nocturna acompañada de las temperaturas relativamente suaves favorecen la proliferación de mohos que eliminaremos aireando el césped.
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